Recuerdo como salía pensar que podría haber pasado mi vida entera platicando contigo y no me habría importano nada más; porque sólo eso me bastaba para ser feliz. Y esque, mentiría al decir que no te extraño, extraño todas nuestras conversaciones, porque más que cualquier otra cosa, lo que teníamos era amistad; sentía que podiamos hablar de cualquier cosa y no importaba porque eras TÚ y te tenía toda la confianza del mundo, porque podía ser quien realmente soy cuando estaba contigo, porque era YO cuando estaba junto a ti...
Y eso, es lo que más extraño.
Y eso, es lo que más extraño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario